jueves, 29 de noviembre de 2007

¿Miráis al cielo?

Curiosa pregunta, ¿no?

Voy a explicarme. Lo podríamos denominar “cieloterapia”. Su origen, muy antiguo. Yo creo que lo he practicado de siempre, aunque conscientemente desde que mi primer jefe (y de esto hace ya unos años) me lo aconsejó. La teoría es bastante sencilla; cuando uno se levanta o sale de casa, tiene que mirar al cielo. Y no estoy hablando de ver si llueve o si va a llover. Es mucho más profundo. Cuando sales de casa, hay que mirar hacia arriba, y reflexionar (¿suena muy zen?). El truco está en encontrar algo que nos alegre por las mañanas. Si salimos de casa medio dormidos y vamos como zombis al autobús, metro, tren, coche,… llegaremos al trabajo o a clase, o a donde nos toque resignados. Sin embargo, podemos hacer un ejercicio de un par de minutos (o más). Es muy sencillo. Yo lo hago cuando saco a Duna y luego aprovecho mientras voy en el coche. Hay que seguir estos pasos

  1. Sales a la calle.
  2. Sonríes. Esto es fundamental. Si sales de casa cabreado, se nos jode el día. Te acabas de levantar, es un nuevo día, todavía no te ha jodido nadie, así que no tenemos razones para no sonreir.
  3. Miras al cielo. Si es de día, o está amaneciendo, os recomiendo buscar la salida del sol. Impresionante el juego de colores. Si es de noche, hay que buscar las estrellas. Yo ahora veo las estrellas. Impresionante. Si está anocheciendo, la puesta de sol. Colores rosados y si hay algunas nubes, el efecto es precioso. Ahora es cuando el/la tocapelotas de siempre dice “¿y si está nublado? ¿o lloviendo?”. No hay problema. El secreto está en el interior. ¿No es igual de bonito un día gris o lluvioso? Sólo hay que dejarse llevar un poco por la imaginación. Te imaginas en una casa en el campo o en la montaña, frente a una chimenea, con buen acompañamiento, y ante una ventana, viendo como el viento agita las ramas de los árboles, o como empuja las gotas de lluvia hacia la ventana. ¡Qué imagen! Las gotas de lluvia resbalan por el cristal, que tiembla antes las embestidas del viento…. Y si hablamos de la nieve; ¿hay algo más tranquilo que un paisaje blanco de nieve? ¿no os habéis dado cuenta de cómo la nieva amortigua los sonidos y deja un ambiente de calma? (me está quedando esto de un ñoño que te cagas, pero es que tengo que poneros en situación para que practiquéis la cieloterapia)

Este proceso lo puedes repetir cuantas veces quieras. No es necesario salir a la calle, vale mirar por la ventana de casa, o por la del autobús, o la del coche. El truco está en disfrutar de lo que nos rodea. Siempre hay que encontrar un hueco entre los edificios para ver el cielo, o los paisajes. Hoy mientras venía para acá, veía los campos helados, blancos, mientras el cielo se tornaba más azul. El otro día, había niebla, y el efecto era impactante; los perfiles de intuían, los bancos de niebla se movían tenuemente. O subes una pequeña elevación de la carretera y ves una parte del terreno que hace un pequeño valle que está lleno de bruma, mientras que tú ves el sol. Seguro que todos lo habéis visto, aunque no os habéis fijado. Pues hay que fijarse, porque está ahí.

El doctor deditos os receta esta terapia, aplicada en pequeñas dosis. Si seguís el tratamiento casi os puedo asegurar que os subirá el animo (para subir otras cosas hay que ir a otro doctor). Si os excedéis en la dosis, os puede provocar melancolía. Y sobre todo, hay que ser positivo, por que si no, no sirve para nada.

Ya me contaréis.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Empezamos, ahora como debe ser.

Aunque con unos días de retraso, voy a hacer una inauguración formal de este blog.

El arranque ha sido extraño, con una serie de acontecimientos más extraños aún, que han hecho que los temas de conversación se centraran en esos sucesos.

Pero hay que pasar página. Empezamos de cero o no tanto. Como decían por ahí, somos como el Ave Fénix, que resurge de las cenizas, cada vez con más fuerza. ¡Qué bonita imagen! ¿no?

A lo que íbamos. A lo mejor os aburro, pero os jodéis, este blog es mío y escribo lo que quiero. Así que os voy a explicar (algunos os lo habréis preguntado, otros no, a otros les da igual,…) por qué he creado este espacio.

Andaba una tarde sentado en mi trabajo, en uno de esos momentos en los que estaba tranquilo (tranquilo yo????) y no me asediaban, y decidí crearme un blog. ¿Por qué no? La gente se abre un blog, habla de lo que quiere y tan contentos. Me preguntaba (y me pregunto) yo si sería capaz de escribir algo interesante todos los días; no sé la respuesta, pero al menos lo intentaré. Los días que no haya nada interesante en mi cabeza, pues no escribo, aunque intentaré forzar a mi pobre neurona a que se le ocurra algo que merezca la pena escribir. Porque al final, o al menos así lo pienso yo, si decides escribir algo, que sea interesante, aunque sólo para ti mismo.

Como me imagino que sabéis, a mi me gusta escribir. Rectifico, me encanta escribir. Uno de mis sueños es que me toque la primitiva, para poder retirarme, comprarme una casita en la playa (cuando digo en la playa, es “en” la playa, es decir, que abras la puerta y salgas a la arena) y mientras mi media naranja se tuesta vuelta y vuelta al sol, sentarme en un estudio con un gran ventanal donde se vea el mar a escribir. Así que me tengo que entrenar, para cuando me toque la primitiva. Además, se me da mucho mejor escribir que hablar. De hecho hay algunas que dicen por ahí que no hablo, lo cual no es del todo cierto; pero sí que reconozco que muy hablador no soy.

¿Y que os voy a contar en el blog? Pues no tengo ni idea, pero forzaré la neurona mientras voy a trabajar, para contaros algo. Hoy ya lo he hecho, y ya tengo unas cuantas cosas en la cabeza. Los que escriben (los profesionales, si es que eso existe) hablan del síndrome del “pánico a la hoja en blanco”. Como podéis suponer, se da cuando te sientas delante de un papel a escribir, y no se te ocurre nada. A mi eso me parece una gilipollez (con todo el respeto a los magníficos escritores que leo y admiro). Yo no tengo ese problema. Para mí el reto es saber darle cuerpo a una historia, que haga que el lector no desee dejar el libro. Los que leéis, sabéis a qué me refiero.

Como ya he repetido muchas veces, mi libro favorito es “Los Pilares de Tierra” (el 28 de diciembre sale la segunda parte, que me voy a comprar, aunque creo que me va a decepcionar). La primera vez que leí ese libro, no podía dejarlo. Es frustrante y adictivo a la vez. Ves como se desarrolla la historia de unos personajes, que cada vez que consiguen sacar un poco la cabeza, va alguien y se la pisa. Y así una y otra vez.

Si yo fuera capaz de escribir algo así, sería feliz. Claro que creo que me he puesto el listón un poco alto, ¿no? Me conformo con menos.

Bueno, para acabar esta interminable reflexión, me comprometo a intentar escribir algo todos los días. Sé que hay una persona a la que le gusta que escriba. A mí también. Siempre que pueda, o que tengas ganas, o que tenga algo que os pueda gustar, lo escribiré. También voy a intentar crear algún relato regularmente (no voy a poner un plazo, porque no sé si lo podré cumplir). Y aunque esto lo escribo para que lo leáis, y os guste, en el fondo, lo escribo por mí. Pienso que este esfuerzo, va a hacer que me anime, o me va a ayudar a relajarme. Hoy por ejemplo, tenía ganas de llegar al ordenador, para plasmar lo que se me iba ocurriendo por el camino. Hay que joderse, hasta que va hacer que me guste ir a trabajar.

Nos vemos aquí (y allá, donde las cenizas del fénix). Y no olvidéis hacer comentarios, que me gusta que comentéis cosas de lo que escribo. Lo siento, pero es así, si a vosotros os gusta, yo estoy más contento.

Un abrazo o un beso, lo que corresponda.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Exiliados

Aunque el título pueda indicar otra cosa, los que realmente sabéis de que va el tema os daréis cuenta de que es algo bueno.

Emulando a Hansel y Gretel en versión escatológica he ido siguiendo el rastro de los muñequitos de arcilla que ha ido dejando nuestro querido belu, y he llegado a un sitio nuevo.
Algo de caso me han hecho, y está en la playa, aunque parece un sitio extraño.

Lo primero han puesto un portero en la puerta, aunque está todo el día cagando, con lo que difícilmente va a servir para algo. Claro que hay que entender las aficiones de nuestro nuevo jefe, con lo que las constantes alusioanes a las deposiciones orgánicas van a ser habituales.

Nada más entrar, está el bar. ¡No podía ser de otra manera con la cantidad de borrachos que integran esta comunidad! Se ve que Cetor ando un poco liado con sus reformas, ya que no hay barra y los taburetes brillan por su ausencia. A ver si el jefe se estira y le suelta un poco de pasta y nuestro empresario de la madera nos deja un bar en condiciones.

La sala de juegos está un poco abandona, pero sabiendo que la mayoría de los integrantes de la comunidad son ludópatas virtuales, no me preocupa. Estoy seguro que unos días nos lo podremos pasar en grande.

Por último, me encuentro con un gigante verde intentando que Campanilla le eche unos polvos mágicos. Si ya me extrañaba a mi. ¡Cuidado! No sabemos si a Campanilla se le puede considerar menor de edad, y la armamos de nuevo.

Disfrutemos mientras podamos. Yo por mi parte no pienso deshacer las maletas. Aunque con el cuchitril que me ha asignado el belu no sé si fiarme.

Nos vemos en el Exilio.

viernes, 23 de noviembre de 2007

El día de la marmota

¿Os acordáis de esa película? Los más jóvenes me imagino que no. El resto sí.
Pues parece como el día de la marmota. Un día te levantas y es como otro día atrás. Lo nuestro es parecido, sólo que con meses en lugar de días.

Un día ves que nuestra comunidad virtual desaparece, buscamos un sitio, lo arreglamos, mandamos las invitaciones, nos mudamos (con el estrés que da eso de las mudanzas). Pasamos los días, nos habituamos, y de repente... zas!!! volvemos a perder el sitio.

Suena el despertador y es como si ya nos hubiera pasado. No importa Mr Murray nos enseñó a ser persistentes. Buscamos un sitio, lo arreglamos, mandamos las invitaciones, nos mudamos (más estrés). El hotelito en cuestión era un tanto peculiar. Recordáis las cosas raras que pasaban por allí. No hay problema; lo que importa es que tenemos un sitio. Este sabemos que es temporal, pero procuramos al menos hacerle una limpieza (recuerdo que la plaga de asteriscos era desagradable). Al cabo del tiempo conseguimos volver a casa. Pasa el tiempo, crecemos, nos lo pasamos bien. Demasiado bonito....

Suena el despertador. Una sensación rara. Como si ya supiéramos lo que va a pasar. Hemos perdido todo. Esta vez es peor. Sabemos que no podemos recuperar nada. ¡Qué sensación más extraña! Es como una mudanza, pero forzada, con lo que la añoranza es mayor. Pero no importa. Como reza el dicho, "Bicho malo nunca muere". Hemos perdido muchas cosas y algunos amigos. Eso duele, pero nos rehacemos. Dani nos busca un sitio. Un gran sitio. En Andalucía; sol, gente agradable, casitas blanqueadas por la cal. Es estupendo. Un lugar pequeño, recogidito, más adecuado para los que somos ahora (así tenemos que limpiar menos). Mandamos al señor Lula a buscar amigos. Nos trae a casi todos. Empezamos otra vez. Menos intenso, pero divertido. Eso es lo importante. Al cabo del tiempo, comenzamos a recuperar antiguos barrios de aquel maravilloso lugar llamado... ¿cómo se llamaba? soft..., algo así ¿no?. Pero parece que el señor Lula ha sido demasiado confiado. Creo que se nos ha colado alguien. Hace poco ruido, no se le nota. ¿No notáis algo raro en el estómago? Efectivamente nos hemos vuelto a quedar sin sitio. Ha sido una jugada sucia y que ha salpicado a Dani, que poca culpa tiene.

Suena el despertador. Habrá que mirar el segunda mano para ver si alguien nos alquila una casita. Me gustaría en la playa, con buenas vistas, y con portero en la puerta, para evitar que se nos cuele algún indeseable. Tampoco importa mucho, lo bueno es lo de dentro.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Inauguración

Un día extraño para inaugurar este sitio.
La verdad es que me ha dado el pronto; tenía un ratillo, y se me ha ocurrido crearme un blog.

Gracias al polivalente Google, he creado un blog en cinco minutos. Es para andar por casa, pero ya lo decoraré un poco.

Iba yo ilusionado a poner e blog en la firma de mi foro y compartirlo con mis amigos foreros, y resulta que ¡no hay foro!

Nuestro amigo dani agobiado (me lo puedo imaginar si a su edad me dan un susto de ese tipo) y a borrar todo. Una pena. Teníamos una casita pequeña pero coqueta, donde nos juntábamos a pasar el rato y contarnos las penas, a meternos un rato con el de Cuenca y a echarnos unas risas.

Nos tendremos que mudar otra vez. A ver si encontramos algo decente, aunque al precio al que están las casas, nos va a costar un poco. Yo puedo hacer un esfuerzo y poner un par de euros para el alquiler.

Yo iba a decir algo ingenioso (o al menos lo iba a intentar) pero me he quedado un poco ploff.

Mañana intentaré poner algo más.