miércoles, 20 de febrero de 2008

20 de febrero

Unos años atrás…

20 de febrero, alrededor de las siete de la tarde. En una pequeña explanada, se reúne un grupo de personas elegantemente vestidas. De fondo, el pórtico de una pequeña ermita. Pequeños grupos de personas charlan amistosamente. Otros miran hacia el camino que lleva a la explanada. En el horizonte, el sol se pone lentamente, dejando un cuadro de tonos anaranjados y violetas. El escenario es perfecto.

Entre la multitud, un joven espera nervioso. Habla con amigos, conocidos y familiares. Con algunos de ellos hace mucho tiempo que no trata. Es el día propicio para ello. Algunos traen a la memoria recuerdos casi olvidados que arrancan alguna que otra sonrisa. El joven tiene una apariencia serena y tranquila. Es su carácter. Lo que la mayoría no sabe es que está nervioso, muy nervisoso. Sin razón, pero es inevitable. Uno de los días más importantes de su vida. El más feliz. Un gran momento, un gran paso. Eso piensan todos. Para él, un paso más en la carrera de la vida. Un paso esperado, deseado. Es la culminación de una etapa. Recuerda cómo comenzó todo…

Un verano, muchos años atrás…

Ese sería el día, pensaba el adolescente. De hoy no pasa. Siempre le ha faltado valor para este tipo de cosas. No importa. Ella se acerca. Los amigos de él desaparecen con diversas excusas planeadas. Nada convincentes. Pero lo importante es que se quedan solos. Un poco brusco, él plantea la cuestión. Ella suspira, acepta. El pacto queda cerrado con unas cervezas.

Un mes después, curiosamente, tras unas semanas sin verla, él descubre que está enamorado. Extraña manera de pensar, pero es su manera de ser.

Y cómo no, recuerda lo que origina esta reunión.

Fuengirola. Otro verano, mucho más cercano. Sólo unos meses atrás…

Tumbados en la playa, él decide que es el momento. Tuvo otra ocasión, mucho más propicia, en su aniversario, pero por unas razones u otra no surgió el momento. Su mente sigue siendo algo extraña, menos por la influencia de ella, pero aún así extraña.

Listo. Cerramos otro pacto. Ahora muchas ilusiones, muchos proyectos, muchas cosas que hacer…

Por fin, parece que ella llega. El coche blanco, brillante y adornado hace su aparición. Todos callan. Todos miran. Ella es la protagonista. Baja graciosamente del coche. Él la observa. Sonríe. Ella también. Se encaminan hacia dentro. Se sientan. Ella tiembla. Él se tranquiliza. Vuelve a su estado natural. Vamos allá.

En la actualidad…

Han pasado nueve años. Algunos kilos de más encima, más equipaje, dos monstruitos pululan por todas partes. Varios hogares de por medio. Muchos momentos buenos. Alguno malo. Todo irrepetible, aunque repetiría sin dudarlo.

Esperemos que sean muchos más.

jueves, 14 de febrero de 2008

Reflexiones políticas

A pesar de lo señalado del día (14 de febrero), no voy a hablar de San Valentín. Quizás en otro momento o en otro lugar. Yo desde luego no comulgo mucho con esa fiesta.
Hoy vamos a hablar de política. Por supuesto no os voy a desvelar mis tendencias (y mucho menos las sexuales, pervertidos). Voy a hablar de la Política en general, si es que a esto se le puede llamar política.

Estamos en año de elecciones, y en plena campaña electoral. Esta es, probablemente, la época en la que menos veo la tele. A veces me asombro de que seamos capaces de dejarnos dirigir por la panda de personajes que aparecen en los medios, vendiéndose y regodeándose en los baños de multitudes que se brindan diariamente.
Yo sólo con verles (y me refiero a los líderes de los dos grandes partidos) me surgen enormes dudas sobre nuestra capacidad mental. Si nuestras dos opciones son esas, es muy triste. Uno se parece a Mr Bean, y lo imita a la perfección. Un perfecto pelele, sin ningún tipo de tirón político y desde luego, sin carisma alguno. El otro, otro pelele, sin caracter. Las ideas políticas de ambos, pura basura. Unos se alinean con los artistas, en un alarde de progresismo. Claro que va el otro y defiende la abolición del canon digital. Hay que cagarse.
Como ya he dicho, intento no enterarme de nada, pero es imposible. Estamos bombardeados de información (o desinformación sobre la campaña). La verdad es que es triste (aunque nos lo merecemos porque entramos al trapo) que nos hagan ofertas como en el supermercado. "Si me votas, aumentaré las ayudas, os daré 400€", "Pues si me votáis a mi, os daré 500€", "Vamos a crear 1 millón de puestos de trabajo para mujeres y vamos a asegurar que cobren lo mismo que los hombres" "Nosotros vamos bajar el precio de la vivienda". Pura mierda. Un día de estos nos ofrecerán un coche si les votamos, o un descuento del 10% en el Corte Inglés. Y nosotros nos lo creemos, y nos dejamos engatusar, con lo cual, luego nos merecemos lo que nos pasa. En el fondo, os puedo asegurar que la política que hacen ambos es prácticamente la misma. Evidentemente en determinados puntos divergen, pero es que necesitan a apoyar a las grandes entidades u organismos que les sustentan y apoyan, desvirtuando la información que nos llega y manipulando la opinión pública. Ya sabéis de quien hablo, la Iglesia, el Opus, el grupo Prisa, las empresas, los bancos, la SGAE,....

Y luego, para que ninguno obtenga los suficientes votos, y nos goberne un partido visagra que no ha sacado unos cientos de miles de votos, y que barre para casa que da gusto. Un partido (sin nombres) con cinco o seis escaños, decide la política nacional. Sin comentarios. Lo primer ¡o que habría que hacer es eliminar la mierda de ley electoral que tenemos. Poner dos vueltas. Los dos ganadores de la primera vuelta van a la segunda, y el que gane, gobierna.

Ojalá nos gobernaran políticos profesionales, interesados en el bien común, y en hacer lo mejor para todo el mundo (y no sólo para sus amigos y familiares). Si algo es bueno y favorable, no importa de donde venga. Se hace y punto. Claro que eso es Utopía con mayúsculas, y no lo veremos jamás. Seguiremos en manos de gente ávida de poder, a la que le importan una mierda tus problemas y que sólo quieren salir en la tele como los grandes líderes de España, engordar el bolsillo y el de sus amigos y allegados, y cuando se acabe el chollo, te haces unas giras internacionales, das unas charlas, te haces consejero de grandes compañías (aprovechando los contactos y los favores que te deben de la vida política) y a vivir.

Esto da asco.

lunes, 11 de febrero de 2008

Sigo por aquí

Por si os preocupaba mi ausencia por estos lares (no creo, ya que me véis por otros sitios...), os confirmo que sigo vivo, un poco más liado, pero vivo.
Creo que este ha sido mi periodo más largo sin escribir nada en el blog (como si llevara años escribiendo por aquí), pero es que entre unas cosas y otras, no he tenido tiempo,...ni ganas.
Unos cuantos días difíciles, y uno pasa de escribir.

He vuelto, y sigo como siempre.
Mi actual proyecto es terminar (lo tengo a medias) un relato corto, para el concurso de relatos de mi pueblo (donde vivo, no donde nací). Mis fuerzas literarias las intento dedicar a eso. Creo que con un par de apretones neuronales, puedo con él. Lo que pasa es que no encuentro los momentos. O no los tengo, o los tengo y lo que me faltan son las ganas.

Hace un rato andaba continuando con él, y me he acordado de mi blog, y como mis lectores son un poco críticos y si no escribo me dan la lata, pues me he puesto a actualizarlo. De paso he visto que mi querido "beato" ha contestado a mi opinión sobre la iglesia. No esperaba menos de él.

Bueno, os dejo. Para dejaros un poco de intriga, reproduzco las primeras lineas de mi relato...

La gente consideraba a Luis un chico distinto. Era una persona agradable, aunque un poco introvertido. Claro que los que conocían su historia lo veían de otra manera.

Breve, ¿verdad? Así os quedáis con más ganas.